Trio con la parejita de la benemérita.

Ayer recordaba con uno de mis chicos en plantilla, algo que nos ocurrió hace tiempo, me lo recordó de la manera que os cuento a continuación:
Nunca olvidaré lo que paso aquella noche de verano, íbamos tú y yo en el coche hablando de historias muy calientes, me estabas contando que te habías hecho un enema para limpiar tu recto porque esa noche querías que una polla follara tu culo… Nos empezamos a calentar y empiezo a acariciar tus muslos por debajo de tu falda. Tu dejabas que te acariciase, es mas abriste ligeramente las piernas para que mi mano llegase mas cerca de tu sexo…
Yo sigo acariciándote, separo tu tanga y llego hasta él, debido a las conversaciones y a mis caricias ya está muy mojadito… Sigo acariciándotelo, metiendo un poquito mi dedo y jugando con tú clítoris mientras sigo conduciendo…
Tú separas mi mano, te acercas a mí, susurrándome al oído: “quiero esta polla, dámela” me sacas el cinturón, me desabrochas el pantalón y sacas de mi slip, mi polla totalmente empalmada para meterla entera en tu boca… A mi me recorre un escalofrío de arriba a abajo, pero tu no dejas de comérmela mientras yo sigo conduciendo…
Tú me la comías toda, clavándola en tu garganta al máximo, la lamías como solo tú sabes, de pronto te quitas el tanga mientras yo saco el coche de la carretera, sin pensar en nada más que en saciar tus deseos te pones encima de mi y mi polla te penetra con fuerza. La situación es de lo más excitante. No veía nada y te movías arriba y abajo sin parar…dentro de la poca movilidad que nos permitía un espacio tan reducido.
Te quejabas de que te clavabas la palanca y el freno de mano, así que nos bajamos, te pongo sobre el capó, te abro las piernas y empiezo a comerte el chocho y a lamer tu clítoris que estaba muy pero q muy abultado, parecía una canica, te lo mordía con mucha fuerza y tú te retorcías como una loca… Seguí chupándotelo con todas mis ganas, lo cual te excitaba más, y más. No me cansaba de comer tu chocho y lamer tu clítoris, absorbiendo tu piercing…




En esto apareció un coche de la guardia civil, el picoleto se bajo con ganas de emplumarnos por estar montando un numerito al lado de la carretera…Tú, ni corta ni perezosa te acercaste a él, abriéndote el escotazo que llevabas en tu vestido y sacándote las tetas al aire , el no pudo articular palabra, se le salían los ojos de las orbitas mirando esas enormes y deliciosas mamas, era un hombre de unos cincuenta que se notaba se mantenía en forma y se conservaba bastante bien, le echaste mano a la bragueta sin cortarte un pelo, mirándole con esos ojos de loba que sueles poner cuando estas cachonda, rápidamente conseguiste empalmarlo sobándole el paquete por encima de la ropa, el tampoco se corto ya que se desabrocho el cinturón y saco su polla sin bajarse el pantalón, dejando sus manos apoyadas sobre la pipa y la porra , tu la agarraste y empezaste a comérsela jugueteando con tu lengua en su capullo y mirándolo pícaramente, hasta que de repente empezaste a tragártela toda. El guardia civil no daba crédito, pero no iba a mandarte parar, le estabas haciendo la mamada de su vida. En esto, salió del coche el compañero que se acercó estupefacto, este era un chaval joven que al ver la situación, directamente se apuntó sin mediar palabra, se sacó la polla y te la acercó a la boca.
Yo estaba flipando, les estabas comiendo el rabo a dos guardias civiles en el arcen de la carretera… estos estaban tan sumamente excitados que no se daban ni cuenta de donde estaban, un coche se acercaba a lo lejos, por lo que decidimos movernos un poco más abajo, fuiste tu quien ordenó: venir aquí …jajaja…¡que cabrona! recuerdo que pensaba yo al ver que nos manejabas a los tres a tu antojo, te colocaste detrás de unos árboles, se veía lo suficiente con las luces de la sirena cuando giraban, me dijiste : échate ahí… (en el suelo), yo obedecí y te sentaste encima de mí subiéndote un poco el vestidito que llevabas y dejando ver tus piernas kilométricas, llenaste tu coño con mi polla, sentándote sobre ella y metiéndotela de una , la cual estaba súper dura por la situación…Agarraste la de los guardias civiles que aún seguían empalmados, los acercaste a ti y mientras cabalgabas encima de mi, volviste a comérsela. La del primero estaba dura como una piedra y le pediste que te la metiera en el culo. Te reclinaste un poco encima de mí, levantando lo suficiente ese culazo que tienes para que pudiera penetrarte, el te agarró las nalgas y las separo para escupir su saliva sobre tu orificio empapándolo bien, para que de un solo golpe entrase su rabo…yo notaba perfectamente sus embestidas porque su polla presionaba la mía dentro de tu coño al entrar y salir de tu culo…era francamente delicioso.
Estabas follada por delante y por detrás y el otro guardia agarraba tu cabeza para que se la siguieses comiendo, follándote fuertemente la boca… Tú estabas fuera de ti, te veía más excitada que nunca, te volvías loca por comer el rabo de aquel chavalito vestido de verde… Lo buscabas de cualquier manera, agachada, casi levantada, como fuese… Querías estar penetrada por todos tus agujeros.
Gemías y gritabas, loca de placer…mmm…..ahh ¡que rico!…joder…decías.
Los guardias civiles no aguantaban más… Tu culo tan estrechito y tu boquita les estaban trabajando muy bien y estaban a punto de soltar sus leches, te levantaste y los pusiste de pie a tu lado, te arrodillaste delante de sus pollas y llenaron tu boca con su semen…
No paraban de gemir de placer, les habías dado el mejor polvo de su vida seguramente o al menos el más morboso. Mientras te relamías sus leches dijiste: ummm…señores…buenas noches y buen servicio.
Se vistieron y se fueron por donde vinieron, con un simple, gracias.
Me mandaste continuar con lo q estaba haciendo antes de q nos sorprendieran en la carretera y yo te obedecí al instante.
Seguí comiendo tu coño… Si antes tu clítoris estaba grande, ahora era una pelota. Estaba durísimo y muy fuera de sí. Solo con rozarlo te retorcías de placer y a mi me encantaba notarlo… No tardaste nada en correrte, pero no querías que parase, querías volver a correrte… Metí un par de deditos en tu coño y otro en tu culo, mientras no paraba de rozar tu clítoris con mi lengua. Te estabas acordando de lo empalada que estabas hacia unos minutos y llegaste a otro orgasmo todavía superior al anterior…
Caíste rendida en la hierba… No podías más…era evidente, me pediste que me masturbase para ti, y así lo hice. Me arrodille a tu lado y empecé a tocarme, mi polla que estaba enorme y súper sensible. No hizo falta ni un minuto para que de mi polla saliese un chorro inmenso de semen despedido sobre tus tetas y sobre tu cuerpo… Te encantó ver como me corría sobre ti y como sedienta, te abalanzaste sobre mi polla y relamiste los últimos restos de semen que quedaban. Tu lengua recorriendo mi verga sumamente excitada… que gozada!… Aaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhh!!!!!!
Nos quedamos sentados en el coche un rato, flipando con la experiencia y comentando que nunca la presencia de la guardia civil nos había sentado tan bien…
Sonia Rox

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No me creo ke te haya pasado esto.

elvenbyte dijo...

Y qué más da? Es un relato fantástico.