Follada brutal en la cocina.

Hola chicos, como todos sabéis esta semana he estado rodando dos escenas en BCN.En una de ellas, la primera que grabamos el martes pasado y de la que ya podéis ver fotos en mi Web personal motivo por el cual no ilustraré con demasiadas imagenes esta entrada. Transcurría en la cocina y mientras me follaban salvajemente con calabacines, zanahorias y demás hortalizas de la huerta.

Recordaba un polvazo memorial que me sucedió, cuando estaba viviendo con el primer chico, de los varios con los que he convivido en mi vida, allá por mis 24 años.
Esta foto es de aquella epoca.
Aquella relación duró solo 9 meses y fue como un embarazo, muy enriquecedor, intensísimo y al final como un parto de doloroso, tanto es así que nos dejo marcados para siempre tanto a él, como a mí.
Veréis… siempre me ha gustado la lencería provocativa, desde muy joven me ha gustado seducir a mis chicos con modelitos muy eróticos para estar por casa, en aquella ocasión recuerdo que llevaba una batita de leopardo de seda y su camisoncito a juego.
Muy parecida a la que me puse también para la reciente escena, quizás el subconsciente me llevo a elegir algo muy similar.
Recuerdo perfectamente que estaba haciendo la comida, concretamente pasta con verduras muy quicaditas y frutos del mar tales como gambas y almejas.
Mi chico de por aquel entonces, estaba hambriento ese día y venía de vez en cuando a rebuscar en la nevera, algo que llevarse a la boca, mientras yo preparaba nuestro menú.
En una de esas entradas, se acerco a mí por detrás y comenzó a meterme mano, por debajo de la batita, acariciando mis muslos, mis nalgas y mi rajita.
También por arriba, aprisionando entre sus manos mis pechos y besándome el cuello y la orejilla, mientras yo picaba pimiento rojo con el cuchillo sobre una tabla de madera.
Llevada por la excitación meneaba mis caderas a los lados, mientras me iba espatarrando lentamente para facilitarle el acceso a mis partes intimas.
Me levantó la batita colocándola sobre mis caderas y apartando mi tanguita me clavo su polla en el coñito, hasta hacer tope con sus huevos.
La metió y la saco unas cuantas veces tomando posesión a su libre albedrío de la que consideraba su mujer, mientras yo seguía con el cuchillo en una mano y una zanahoria en la otra que intentaba trocear y que no conseguía pues el placer que su enorme rabo me producía me obligaba a cerrar los ojos y respirar agitadamente.
Con un movimiento brusco me bajo el tanguita que yo terminé de sacarme cuando quedó en mis tobillos, al levantar ligeramente la pierna para hacerlo el me la agarró y la coloco estirada sobre la encimera y empujándome sobre esta abriendo bien las cachas de mi culo, metió su lengua en mi sexo para devorarme intensamente con su boca y sus labios que absorbían como ventosas los pliegues de mi coñito y mi clítoris, produciéndome un placer inmenso con cada estiramiento, empezó a introducir sus dedos en mi conejo caliente y entonces agarro la gorda zanahoria que tenia en mi mano y me la introdujo en el coñito, y no solo una sino otras dos abriendo mi orificio vaginal a base de introducirme esas tres verduras. Sacándolas y metiéndolas con virulencia y clavándome su polla en el culo a la vez.
Por lo que yo no podía evitar gemir loca de placer, como el fuego estaba encendido cociendo la pasta, me amarro y me coloco sobre la lavadora que también estaba funcionando y espatarrada sobre ella agarro un calabacín enorme que introdujo en mi coño no sin antes abrirle paso a base de meterme su mano entera y haciéndome correrme a chorros con su mano mientras me estiraba del pelo hacia atrás y sacaba su puño entero de mi conejo enterrándolo en él hasta la muñeca.
Me bajo de allí y dejándome acorralada en un esquinazo de la cocina colocada en cuclillas me clavó su polla en la boca llegando hasta el fondo de mi garganta. Obligándome a tragar profundamente, hasta producirme arcadas y un babeo que le encantaba observar al meter y sacar su polla de mi laringe.
Después me agarró de nuevo, me puso de pie y colocando la mitad de mi cuerpo sobre la lavadora con el culo en pompa me clavo la polla enérgicamente en el coño para sacarla y meterla con virulencia en mi culo, estuvo así follando mis agujeros alternándolos culo, coño, coño y culo hasta el fondo repetidas veces, dejando mis orificios bien abiertos, al libre uso de su miembro viril que entraba y salía a sus anchas de sendos agujeros y justo cuando me tenía enculada profundamente, la lavadora empezó a centrifugar con fuerza y el movimiento de vibración de esta, nos produjo un gusto tal, que enardecido me estuvo follando salvajemente el ojeteé,durante al menos 20 minutos, hasta que no pudo evitar soltar un grito de ooooaaaahhhh mientras me llenaba el culo con su semen y aplastaba mi cabeza y mis tetas sobre la maquina que se movía estrepitosamente como si estuviera conectada a nosotros, él hecho de saber que había cumplido correctamente mi papel de hembra dominada y usada para el goce de su macho, me hizo volver a descargar otra gran corrida que resbalo por mis muslos hasta el suelo y justo en ese momento acabo el centrifugado dejándonos exhaustos y extenuados por el inmenso placer.

 Sonia Rox

1 comentarios:

Polla grande dijo...

Me gustaría cojerme así a mi mujer en la cocina y follarla en cima de la encimera